Borgman _ Movie Review

Borgman

Alex van Warmerdam_2013_Países Bajos

“Y descendieron sobre la tierra para reforzar sus filas”

AUTOR: PABLO ARANDA

Lo único en lo que están de acuerdo todos los que han visto Borgman es que es una película diferente. A partir de ahí surge el debate entre aquellos que la consideran una pérdida de tiempo y los que han disfrutado con ella y entre estos aquellos que ven cualidades paranormales en sus protagonistas y aquellos que los consideran una pandilla de sádicos embaucadores. En sus primeros planos vemos a unos personajes que habitan bajo tierra y que son perseguidos por un grupo de personas, entre ellos un cura, y es a partir de ahí donde el espectador es continuamente desafiado a sacar conclusiones sobre aquello que mueve a sus protagonistas y su propia naturaleza como héroes o antihéroes de una historia por completo heterodoxa. Borgman, al igual que su peculiar cuadrilla, parecen de lo más mundano pero tienen la capacidad de alterar el comportamiento de personas y que actúen de forma totalmente irracional. Borgman es capaz de invadir el espacio de una familia en apariencia hermética para intentar destruirla desde dentro, quebrando sus frágiles bases y viendo cómo se descompone mientras toma una copa de vino.

Subyace en la historia una clara crítica a la clase burguesa y la fragilidad de una vida construida sobre bienes materiales y que es susceptible de derrumbarse ante el más mínimo conflicto. El matrimonio protagonista parecen alejados de cualquier tipo de afecto,ni entre ellos, ni para sus hijos y ni mucho menos para cualquier otro, que es tratado con violencia (como al propio Borgman) o intolerancia (como a los aspirantes a jardineros). Un matrimonio burgués caprichoso y egoísta, que se desentiende de sus hijos y que delega su educación a una niñera a la que también desprecian. Frente a esa idílica unidad familiar aparentemente estable, Borgman actúa como un agente desestabilizador, un elemento ajeno que, si bien no actúa de forma directa, provoca una serie de actos violentos, irracionales y caóticos. Es por ello que se interprete una naturaleza sobrenatural para Borgman y sus ayudantes, bien sea de tipo folclórico, como un alp de la tradición germánica, por habitar escondidos en el bosque o adoptar la forma de los perros de la casa, bien sea de naturaleza demoníaca, con el fin último de provocar el mal contra la familia y cualquier que encuentren a su paso.

Deja el filme, sin embargo, un buen número de incógnitas por el camino que parecen desafiar cualquier explicación y parecen obedecer a la voluntad de Alex van Wardermam, autor de dirigir pero también escribir la historia, de desafiar al espectador a la manera que Borgman lo hace con la familia. Porque este es el principal dilema de la película; si la aparente irracionalidad de los actos de los protagonistas obedece a algo tipo de plan maestro o si es simplemente eso, meramente irracional. Borgman parece jugar con sus ayudantes y con los miembros de la familia como un sádico que disfruta contemplando el mal que ha desencadenado y viendo a personas aparentemente cándidas como la niñera o la hija actuando de forma maligna. Al final de la película, sin embargo, todo vuelve a la tranquilidad; tras deshacerse de ciertos elementos molestos, Borgman y su pandilla continúan su enigmático peregrinaje, después de dejar abonado el césped del jardín, un jardín que parece adquirir un fuerte componente simbólico de vuelta a la vida, de regeneración, de retorno a la paz erigiendo a Borgman en un ángel exterminador capaz de eliminar las malas hierbas y redimir a los puros.